Las competencias personales

El mercado laboral en el que hoy en día nos movemos está sobresaturado de profesionales formados. Serán nuestras competencias y valores lo que haga de nosotros personas visibles para un puesto de trabajo.

Estas competencias personales van ligadas de forma muy estrecha con nosotros es decir, nuestra educación, formación, capacidad de tomar decisiones, saber negociar, etc.

Pero, no son sino las competencias extraordinarias en momentos extraordinarios lo que diferencian al auténtico líder. Se trata de esas características que emergen en situaciones de crisis, que de diario no destacan pero que en situaciones difíciles hacen de nosotros personas resolutivas y eficaces.

Asimismo, contamos con otra serie de competencias que algunos expertos llaman “las sociales”, cualidades en las que entran en juego factores como la capacidad de comunicación y la capacidad de gestionar la impopularidad de decisiones correctas pero a veces difíciles de tomar.

Si tuviera que destacar cuatro competencias personales que me caracterizasen sin duda alguna sería la comunicación personal, la capacidad de relación social, el sentido de urgencia y la capacidad de priorizar y elegir. 

Por otra parte, si hablásemos de competencias necesarias para nuestro trabajo destacaría la disposición al trabajo, el pensamiento estratégico, la capacidad de negociar así como la capacidad de trabajar en equipo